El día viernes 19/09, La banda del Obrero visito Cervecería Lopez
Comer buen jamón en Buenos Aires no es nada
fácil. A veces muy salado, otras falto de estacionamiento, son pocos los
lugares en los cuales es posible disfrutar de una ración correctamente cortada.
Uno de ellos es Cervecería López, antiguo Bodegon de Villa Ortuzar, fundado en
Febrero de 1943: banderines aquí y allá, ambiente familiar y mozos de oficio y
excelente atención en un bodegón con 70 años de historia, que hacen de este
espacio una institución en el barrio.
La carta ofrece un amplio recorrido por la
gastronomía porteña, desde una muy correcta parrilla pasando a las pastas y
platos tradicionales de cocina. Muy recomendables las rabas, y La tortilla a la
Española, en su punto justo de cocción.
Si de picadas se trata, la López ($370 para 4
a 6 personas) incluye diez variedades de ingredientes: jamón crudo, jamón
cocido natural, gruyere, leberwurst, mortadela con pistachos (tipo Italiana,
espectacular) aceitunas verdes rellenas con morrón, aceitunas negras, morrones
asados, berenjenas al escabeche, porotos pallares y ensalada rusa. Todo está
bien, todo es rico. Pero lo que coloca a Cervecería López por encima del
promedio es uno de esos ítems: el jamón crudo estacionado (se lo puede pedir
como porción única ó como media porción). Muchos menos salado que la mayoría de
los jamones nacionales, el paladar agradece poder apreciar sabores que la sal
usualmente enmascara, mientras que la grasa se derrite en el paladar. Para
acompañar hay una acotada carta de vinos, aunque la casa recomienda la cerveza
tirada, servida bien fría en los infaltables chopps o en jarras de un litro y
medio que gustan mucho en las mesas multitudinarias.
Uno de los puntos flojos del lugar, es sus
pocas variedades de cerveza, si bien la tirada, que recomienda la casa cumple,
son pocas las variantes que se encuentran en la carta, a fin de poder probar
otro tipo de sabor, solo se limita a Quilmes, Estela, y una o dos artesanales,
muy poca oferta en comparación a la comida.
El precio?, razonable para lo que ofrece este
lugar, equilibrado, recomendable para darse un gusto y salir de lo tradicional,
para dejarse llevar por los sabores del mediterráneo, dejarse conquistar por la
ambientación del lugar. Ideal para ir con amigos.
Para el día a día, de lunes a viernes, hay un
menú de mediodía que incluye plato principal (ensaladas, muslo deshuesado,
revuelto gramajo, pastas son algunas de las más de las veinte opciones), bebida
y café, con una relación precio calidad óptima.

Y si de comida hablamos, y no alcanzó con la picada, podemos recurrir a la carta, nosotros probamos tres platos: Muslos deshuesados a la Barcelona, mejillones en su valva a la Portuguesa y Bondiola de cerdo a la pizza sobre salsa de soja, todo muy rico, todo en su punto justo, la salsa de los muslos de pollo para destacar, con una suave crema de verdeo con la untuosidad y acidez perfecta.





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